La educación sexual es una enseñanza de alta calidad y el aprendizaje de una amplia
variedad de temas relacionados con el sexo y la sexualidad; explorar valores y creencias
sobre estos temas y obtener las herramientas necesarias para manejar las relaciones y
nuestra propia salud sexual. La educación sexual puede darse en las escuelas, en lugares
comunitarios, o en línea.
¿Qué es la sexualidad en la adolescencia?
Autor: Daniela Ávila
Fecha de creación: Agosto/13/2020
La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres) y desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, se transforma en un ser sexual.
La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.
Etapas del desarrollo de la sexualidad
Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual:
Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos del deseo sexual adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración (a menudo a través de la masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la aparición de los primeros impulsos sexuales y de la espermarquia o primera eyaculación), y también de exploración del contacto con el otro sexo.
Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual se incrementa. En esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales. El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro. También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las fantasías románticas.Las relaciones sociales fuera del entorno familiar, especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus actos. Además, al no haber desarrollado por completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones.
Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por completo, física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones sexuales maduras y seguras. El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la confianza o la reciprocidad.
La importancia de recibir una buena educación sexual
La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, donde el deseo y los impulsos sexuales dominan a una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir una buena educación sexual es muy importante, no sólo a corto plazo, es decir, para que el adolescente supere sin riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino también para establecer el comportamiento sexual que tendrá el joven cuando sea adulto.
Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que se deben evitar mediante medidas preventivas:
La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, por lo que no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no ser que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben presionar al adolescente.
Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los impulsos sexuales dominan a los racionales durante la adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase de adolescencia media, donde el joven ya ha desarrollado por completo sus órganos sexuales pero no el pensamiento adulto. La educación debe proveer al adolescente de conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos.
Informar: Es vital dotar al adolescente de la información necesaria sobre los riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precoz, Enfermedades de Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios que reporta practicar sexo seguro.
Embarazo precoz
Autor: Daniela Ávila
Fecha de creación: Agosto/13/2020
El embarazo precoz, también denominado embarazo adolescente, como ya sabemos, es aquel que se produce cuando una mujer se encuentra en su etapa de pubertad (entre los 10 y los 19 años, según la Organización Mundial de la Salud). Este término también se utiliza para denominar aquellos embarazos de mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad legal en el país en el que residen.
Al producirse el embarazo durante la etapa de adolescencia, la niña es fértil pero se encuentra experimentando los cambios hormonales naturales de esta etapa, es decir, aún no está desarrollada, lo que puede traer graves consecuencias tanto para el niño como para la madre.
Aunque el embarazo precoz estaba considerado como un problema típico de países del tercer mundo, cada vez es más habitual encontrar casos entre adolescentes de países desarrollados. La mayor parte de estos embarazos no son deseados, sino que son las consecuencias de violaciones o de la falta de conocimiento real sobre el tema; en otras ocasiones, el embarazo precoz es el fruto del deseo de los adolescentes de experimentar relaciones sexuales sin protección.
Riesgos para el niño
Los niños que nacen a causa de embarazos precoces suelen presentar diferentes problemas físicos y también corren el riesgo de presentar problemas psicológicos y sociales a causa de la poca preparación mental de la madre. Los problemas más comunes en los niños son:
Deformaciones congénitas y problemas durante el desarrollo: Esto es debido a que la madre, al no haber alcanzado su madurez sexual, no pude darle al niño todo lo que necesita para formarse completamente. En otros casos, el niño muere al nacer o no llega al año de vida.
Complicaciones durante el parto: Al no estar el cuerpo de la madre desarrollado para quedarse embarazada un embarazo, los partos de adolescentes suelen tener muchas complicaciones, lo que puede dejar graves secuelas a los niños.
Riesgo de sufrir problemas sociales y psicológicos: En determinadas circunstancias puede ocurrir que el niño también desarrolle problemas psicológicos y sociales durante su crecimiento. La adolescencia y la juventud en general suele ser una etapa inestable, de madurez mental, donde lo etéreo y volátil predomina más que lo estable y constante. Crecer en ciertos ambientes puede traer problemas sociales que deriven en problemas psicológicos.
Riesgos para la madre
El embarazo representa una situación en la que influyen muchos elementos importantes, como el estado físico, el mental y el social. Durante la etapa de la adolescencia, ninguno de estos elementos están desarrollados, sino que se encuentran en plena etapa de evolución y desarrollo. El embarazo precoz tiene un efecto de shock e interrupción en todos estos procesos, lo que acarrea graves consecuencias para la madre:
Problemas físicos: Dado que la adolescente no ha alcanzado su etapa de madurez sexual, su cuerpo no está preparado para un embarazo, lo que suele acarrear problemas como anemia, desproporción cefalopélvica (al no estar del todo desarrollado el cuerpo, la pelvis de la adolescente suele ser estrecha, lo que tiene un gran riesgo de que la cabeza del bebé no pase en el parto), dolores durante la gestación, etcétera.
Problemas durante el parto: El embarazo precoz se traduce en partos dolorosos y prolongados, donde son abundantes las infecciones y los problemas obstétricos.
Problemas psicológicos y sociales: Además de la madurez psicológica y social necesaria para criar a un niño, es muy importante la madurez mental y la preparación para afrontar un parto. Un embarazo doloroso, seguido de un parto complicado y traumático puede acarrear trastornos psicológicos graves como la depresión o el rechazo al bebé (depresión postparto).
Aunque los problemas sociales dependen en gran medida del contexto social y cultural en el que se encuentre la madre, podemos identificar algunos que suelen ocurrir con frecuencia, como la imposibilidad de la adolescente de desarrollar su vida como el resto de jóvenes o la interrupción de sus estudios y la dificultad de acceder al mercado laboral.
¿Cómo prevenirlo?
La mejor manera de prevenir un embarazo precoz reside en la educación (aunque esto depende sobremanera del contexto cultural), concienciando a las jóvenes de la importancia de alcanzar la madurez y desarrollarse a la hora de quedarse embarazadas así como de los riesgos que esto conlleva. Fomentar el uso de preservativos y otros métodos anticonceptivos en las relaciones sexuales también ayuda a prevenir el embarazo precoz. Por otro lado, intentar reducir el número de matrimonios celebrados antes de los 18 años también es una forma de prevenir estas situaciones.
Otros datos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja una serie de datos que permiten evaluar el impacto de un embarazo precoz:
Unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las chicas de 15 a 19 años en todo el mundo.
Cada año, unos 3 millones de muchachas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.
Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años.
Pubertad
Autor: Daniela Ávila
Fecha de creación: Agosto/13/2020
La pubertad es la etapa de desarrollo físico que transforma al niño en adulto. No se deben confundir los términos pubertad y adolescencia, ya que tienen matices que los diferencian. La pubertad se corresponde con los cambios físicos que hacen que se llegue a la etapa de maduración sexual; mientras que la adolescencia tiene que ver con los cambios psicológicos y sociales que tienen como objetivo llegar al pensamiento adulto.
La pubertad se inicia debido a una serie de cambios hormonales, cuyo objetivo es conseguir la capacidad reproductiva de cada sexo. Esto se produce gracias a la interacción entre el sistema nervioso central, hipotálamo, hipófisis y gónadas (testículos y ovarios). A una determinada edad, el cuerpo comienza a generar una serie de hormonas que actúan sobre la hipófisis, la cual manda señales a los oórganos reproductores o gónadas, que producen estrógenos u hormonas femeninas y andrógenos u hormonas masculinas.
La edad en la que comienza la pubertad depende de muchos factores, como el sexo, los genes o la nutrición, aunque por lo general comienza entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y los 15 años en los niños. Su aparición y desarrollo también es desigual y atiende a casos específicos, es decir, los cambios pueden aparecer en cualquier momento de la pubertad y de forma más rápida y explosiva o lenta y gradual. Las mujeres suelen completar su pubertad a los 17 años.
Cambios físicos durante la pubertad
Las responsables de las transformaciones físicas que experimenta el cuerpo durante la pubertad son las glándulas endocrinas, que producen hormonas que causan cambios y el desarrollo de las características sexuales secundarias.
En el caso de las niñas, estas hormonas se llaman estrógenos. Los estrógenos actúan sobre el cuerpo de las niñas junto con otras hormonas con el objetivo de prepararlas para la reproducción. El estrógeno es producido principalmente en los ovarios. La hormona que causa la maduración sexual en los hombres es la testosterona, que se genera en los testículos. La testosterona también prepara al hombre para la reproducción.
Cambios físicos en las mujeres
Los principales cambios físicos en las mujeres son:
Desarrollo de los senos: El desarrollo del pecho es el signo principal de que la niña está entrando en su periodo de pubertad. Es el cambio que se manifiesta primero y también uno de los más notables. Al principio, durante la preadolescencia, se produce una ligera elevación de los pezones y de lo que se conoce como el botón mamario; posteriormente los senos crecen, la areola (parte oscura que rodea al pezón) se agranda y los pechos adquieren la forma redondeada que suelen tener unos senos adultos. Durante esta etapa, la niña puede experimentar dolor y sensibilidad en zonas como los pezones, pero es algo normal y que no debe preocupar.
Aumento de la estatura: Las niñas suelen comenzar a crecer antes que los niños, pero también tienden a estancar el crecimiento a una edad más temprana. La aceleración del crecimiento durante la pubertad se denomina estirón puberal y en las niñas suele comenzar entre los 11 y los 12 años. El crecimiento también se debe, además de a la hormona propia del crecimiento, a las hormonas sexuales, en el caso de las niñas, los estrógenos, ya que producen acciones estimuladoras sobre el cartílago de los huesos. El crecimiento medio de las chicas es de 23 a 27 centímetros, lo que supone entre un 15 y un 20 por ciento de la talla adulta. Las mujeres suelen dejar de crecer a los 17 años.
Ensanchamiento de las caderas: Además de ensancharse las caderas, durante la pubertad se gana el peso propio de una persona adulta debido al crecimiento de músculos, senos y huesos y al aumento de la grasa corporal. La media de peso ganado cada año durante la pubertad es de 7-8 kg en las niñas y durante esta etapa se alcanza entre el 40 y el 50 por ciento del peso adulto.
Crecimiento del vello en el pubis, las axilas y las piernas.
Aparición de la menarquia o primera menstruación: Aunque los ciclos menstruales ocurran en un periodo de un mes, aproximadamente, los ciclos de las primeras menstruaciones tienden a ser irregulares. A medida que la niña se desarrolla sexualmente los ciclos se regulan.
Cambios físicos en los hombres
En los hombres los principales cambios son:
Crecimiento de los testículos y el pene: Es el primer cambio perceptible y el signo de que el niño ha entrado en la pubertad. Los testículos comienzan a producir espermatozoides. Al poco tiempo de comenzar el crecimiento de los testículos se produce el incremento del grosor y el tamaño del pene; el pene se suele desarrollar entre los 11 y los 16 años. La producción de espermatozoides puede producir durante la pubertad lo que se conoce como poluciones nocturnas, que son eyaculaciones que tienen lugar mientras el adolescente duerme. Las poluciones suelen desaparecer gradualmente al final de la pubertad y eventualmente pueden hacerlo de forma definitiva.
Crecimiento del vello: Al principio comienza a aparecer vello muy fino en el pubis; con los años y el desarrollo de la madurez sexual el vello se vuelve más fuerte y rizado y se extiende a las axilas, piernas y por último a la cara y el tórax.
Aumento de la estatura y del volumen muscular: La ganancia media de talla en los varones durante la pubertad se sitúa entre los 25 y los 30 centímetros. Los hombres pueden crecer hasta los 21 años. Durante la pubertad, la masa muscular del varón aumenta considerablemente, así como sus extremidades (manos y pies), que crecen más rápido que el resto del cuerpo. Uno de los indicios de este crecimiento es el ensanchamiento de hombros, que no se produce en las mujeres. El peso medio anual que gana el hombre durante la pubertad es de 8-9 kg.
Cambios en la voz: La voz de los hombres se vuelve más grave y dura. Al principio del proceso puede parecer afónica (gallos), pero con el tiempo se corrige hasta llegar a la voz de un hombre adulto.